Nada, aquí seguimos enmerdados en la búsqueda interminable.
No os voy a aburrir con los detalles. Hay alguna opción pero uno se vuelve demasiado exigente y al final acabará viviendo en el campus... no problemo.
Estos días no hay mucho que contar, paso mañana y tarde encerrado en el basement leyendo, buscando piso y comiendo noodles. He descubierto, epifanía!, que la cantidad de actividad mental que uno puede desarrollar (q de por si no es mucha) depende de forma dramática de las proteinas ingeridas (los hidratos y demás familias menores apenas dan para el sistema vestibular). Con la dieta experimental a base de noodles que estoy siguiendo esta semana apenas llego a media tarde, y eso gracias a la crema de cacahuete. Creo que mañana me paso al pollo al caramelo. A falta de gofio, chuletón y Tajao (ohhhhh tajaaaooooo) soluciones orientales.
Esta casi confirmado (falta llamar, reservar y encontrar transporte), el sábado 30 nos vamos Alenusha, la hermana de Oshin y yo a tirarnos en paracaidas. Las mujeres Iranies son la hostia... le comentas el tema a cualquiera y lo mínimo es alguna mueca nerviosa, pero ellas,... ni se inmutan... ¿Vas a tirarte en paracaidas verdad?, Sí!, Pues si vas el próximo fin de semana te acompaño. Frias como el hielo... Da hasta miedo. Estoy buscando más gente pero nadie quiere.
Mañana tenemos un seminario por aquí y me tocará explicar lo que he hecho en Tenerife... no se si lo de comer pescaito, ir al Pirata brasileño y demás les valdrá o tendré que calentarles la cabeza con lo de las muy menospreciadas distribuciones hipergeométricas.
Nada más, q como me relaje más de la cuenta continuo con las xorradas, y sin fotos para amenizar, poco interés tiene el asunto.
Hablando de amenizar... es un poco Ying y Yang, pero así me veis el careto que se me está quedando con los noodles.
Cuidenseme mucho.
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